¿Pescados frescos? Cómo saber si un pescado está fresco de verdad
Poder comer pescado fresco es una auténtica delicia, pero no siempre es fácil encontrar en el mercado piezas que realmente lo sean. Consideramos “pescado fresco” a aquel que todavía mantiene unas propiedades similares a las que tenía cuando estaba vivo. Pero como ese estado es delicado de mantener, y efímero si se tarda en vender, hay que conocer bien los indicativos de que un pescado no es fresco.
¿Cómo reconocer si un pescado está fresco?
Cuando un pescado empieza a deteriorarse, los microorganismos y enzimas que están en su sistema digestivo o en su piel “aparecen” reaccionando sobre la pieza de múltiples formas. ¿Quieres comer pescado de calidad?Estos son los aspectos que debes tener en cuenta para valorar que la pieza que vas a comprar (o a cocinar en el caso de que ya la hayas comprado) está fresca.
· Fíjate en los ojos del pescado
Una de las formas para comprobar la frescura del pescado es observando los ojos. Cuando está fresco deben estar abultados, como saltones, y la pupila debe tener un color negro brillante. Si los ojos los ves hundidos y la pupila en tono grisáceo, no debes optar por esa pieza.
· Aspecto de la piel y agallas
Otra clave para que antes de comprar un pescado sepas su nivel de frescura es a través del aspecto de su piel y de las agallas. Estas últimas deben tener un color intenso en tonos rojizos y rosáceos y siempre con aspecto limpio y brillante; si las agallas se ven de color gris o amarillento, esa pieza no es fresca. Y en cuanto a la piel, debe ser de un color vivo, intenso.
· Comprueba la tripa y escamas
Mirando la pieza que quieres comprar puedes determinar si es fresca, solo debes fijarte en el aspecto de la tripa del pescado. ¿Parece hinchada? Si es así, ese pescado no es fresco ya que se debe a que las vísceras por dentro se han ido pudriendo y los gases que desprenden crean esa hinchazón. Además, si el pescado cuenta con escamas debes comprobar que estén pegadas al cuerpo, ya que en caso contrario no será un producto fresco.
· Carne firme, nunca blanda
Un pescado fresco nunca va a tener la carne flácida, debe ser dura. Sin embargo, es más complicado que un cliente pueda deducir la frescura de un pescado por este parámetro ya que nunca va a poder tocar o palpar la pieza antes de la compra. Si una vez que estás en casa compruebas que está blando, considera que seguramente no será fresco.
· Olor a mar
El olfato nunca falla, y si un pescado no te huele a mar (o a río en el caso de su procedencia), es que no es un pescado fresco. Si huele como a amoniaco, es un síntoma de que ese pescado no está en buen estado. Lo que pasa que pocas veces podemos apreciar el aroma que desprende antes de comprarlo, pero debes saber que este es otro indicativo que puedes tener en cuenta si dudas sobre la frescura de una pieza.
· Espina del pescado
Otra forma de saber si un pescado está fresco es a través de su espina, con lo cual, lo comprobarías al prepararlo. Si la espina es de buen tamaño, supura un líquido de color rosáceo. En el caso de que ese fluido sea ocre o marrón, significa que la pieza no está fresca o directamente ya está en mal estado.
¿Cómo conseguir que un pescado esté fresco?
Mantener la cadena del frío es indispensable para que el pescado no pierda su frescura desde que es capturado hasta que lo puedas consumir en tu mesa. Sin embargo, hay algunos aspectos que puedes valorar cuando vas a comprar pescado. Por ejemplo, el hielo debe abundar alrededor de las piezas, ya que es la única forma de que siga manteniendo todas sus propiedades en buen estado.
El pescado no debe presentarse en grandes montañas, preferiblemente en cajas y de forma inclinada para que el líquido pueda salir mejor. No hay que abusar de fuentes de calor próximas al pescado, ya que no ayudan a su conservación.
En D’anzuelo siempre garantizamos la frescura de nuestras piezas a nuestros clientes, tanto si las compran en nuestros puestos de mercado como si lo hacen a través de nuestra tienda online. Nuestro objetivo es llevar hasta tu casa el pescado fresco, preparándotelo como tú quieras (limpio, sin espinas, troceado, a filetes…) Si quieres comer pescado fresco de verdad, confía en nosotros, te lo llevamos “directo del mar a tu mesa”.